Queridos amigas y amigos: Como os dije en su momento a partir de ahora publicaré mis trabajos en este blog, al que tengo el gusto de invitaros. Será para mi un placer, como siempre, veros por aquí. Sirva para ello este trabajo, no mío, pero que encontré hoy por casualidad cuando buscaba otra cosa, sobre el Espíritu Santo, y que merece la pena leer.
Ven, Espíritu Santo,
Amigo entrañable,
Persona viva y siempre disponible.
Sin tu dulce ayuda
no podemos decir "ni Jesús es el Señor".
Ven, protector en todo momento,
salvación que se hace patente,
sana nuestros corazones destrozados
por el desamor y el pecado.
Sana las heridas que nos deja la vida
enséñanos a vivir
desde la entrega generosa de la propia vida
aconséjanos en todos los proyectos,
pues no queremos hacer nada sin contar Contigo,
Compañero del alma,
fortalece nuestros pasos vacilantes,
ilumina nuestra oscuridad,
consuela nuestras tristezas,
ya que tu eres el Señor y el Dador de vida.
Ven a nuestra cabaña,
y comparte con nosotros
el deseo de tener los mismos sentimientos
del Corazón del Redentor.
Ven ahora y por siempre para,
como llama mansa y humilde,
caldear nuestras frialdades.
Amén.
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